Se trata de una técnica que se puede aplicar en ciertas intervenciones sencillas en los que el paciente tiene miedo o pánico a acudir a la consulta dental o en intervenciones complejas como implantes múltiples, rehabilitaciones completas, etc.
Supervisado siempre por un médico especialista, esto ayuda al paciente a enfrentarse a la cirugía sin estrés, en un estado máximo de relajación y“no consciencia” donde no recordará nada o prácticamente nada de los posibles ruidos y pinchazos del tratamiento dental.